jueves, 9 de febrero de 2012

El día se vuelve gris, tras una apariencia de felicidad.

Hoy es un día de esos en los que te quedarías en la cama todo el día. Un día de esos en los que no te apetece quitarte el pijama. Un día de esos en los que todo va mal y no sabes qué hacer para remediarlo. Pero realmente nadie lo entiende. Nadie te entiende, o por lo menos tú lo sientes así. Tienes frío y te duele todo, pero no es algo físico, es ese frío de soledad. 
Sé que debería pensar alguna "lección" que exponer aquí, en esta entrada, pero no tengo ganas, y sé que vosotros tampoco tenéis ganas, porque muchos os sentís igual que yo. Y ahora es cuando pienso: joder pues levántate, no te quedes ahí, sal a la calle y pasa frío de verdad, el frío te hará saber que estás vivo y que tienes mucho que sentir. Pero sé que no me aplicaré mi propio consejo. Es el típico haz lo que yo diga pero no lo que yo haga. Ignorad mi comportamiento, pero no ignoréis mi forma de pensar, salid no seáis cobardes, porque a lo mejor si vosotros lo hacéis, puede que lo haga yo también, puede que vuestra actitud me dé las fuerzas que necesito. De todas formas, a quién quiero engañar, nadie me lee, nadie me escucha. Soy un eslabón perdido.  Besos a todos de la chica miedica. 

lunes, 7 de noviembre de 2011

Volver a empezar


Hoy he decidido cambiar –como tantas veces lo decidí anteriormente-, esta vez es diferente –como tantas veces dije anteriormente-, porque yo me siento diferente, por que he descubierto que no hay nada que me una al sitio del que vengo, y si mis ganas son distintas, sé que ahora puedo conseguirlo. No vale con decirlo, tiene que ser un cambio radical, tengo que ser otra persona. No tengo muy claro aún que es eso de ser maduro, supongo que para eso no te preparan en el cole, supongo que eso lo descubres tú mismo, pero ¿cuándo? ¿cuándo es el momento? Nadie nos avisa de que este día llega, nadie nos avisa de que hay un día en el que te das cuenta de que todo es distinto y de que por consiguiente tú también has de serlo. Nadie nos avisa de que estamos solos, de que nadie puede ayudarnos realmente, y cuando lo descubrimos el corazón se aflige y el estómago se te encoge.  Los sentimientos también cambian, a veces incluso, se desvanecen, lo hacen sin querer, y de repente, o no, pero lo hacen, y ya no es que decidas cambiar, es que lo necesitas, necesitas que haya personas con las que empezar de cero, con las que puedas elegir quién eres, con las que sepas que sus pensamientos hacia ti serán parecidos a los tuyos hacia ellas, con las que puedas partir a la felicidad. Porque todos los cambios traen algo bueno detrás, aunque nos asusten –todos le tenemos miedo a los cambios-, aunque nos hagan creer que estaremos perdidos, no es cierto, sólo hay que intentar encontrarse.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Novedades

A veces, cuando menos lo esperamos, aparecen en nuestra vida, personas que sin querer la cambian, sin querer y sin siquiera saberlo. Personas que se acumulan a los buenos cambios anteriores y que te hacen sonreír de vez en cuando. Y piensas, "si supieran..."porque te sentías solo, muy solo, pero te das cuenta de que ya no lo estás, y lo único que quieres es buscar esa sintonía especial con alguien nuevo, alguien diferente (sin olvidar a los que ya la comparten contigo, que no son muchos). Por eso doy las gracias a las nuevas personas de mi vida, que ni siquiera se darán por aludidas (eso es lo que menos importa), y a las que se quedaron conmigo.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Como el primer día

¿Sabéis esa sensación de cuando eres pequeño? ¿Esa en la que se te encoge el estómago por ser el primer día de colegio? Así me sentí yo cuando llegué a aquél sitio. Con la diferencia de que ya no soy una niña. Cuando eres mayor, todo se complica. No es tan fácil hacer amigos, ni entablar relaciones. Llegas allí, y todo está lleno de gente, de personas como tú que seguramente no se conocen entre sí. Todos con el mismo miedo al rechazo, todos con el mismo miedo a esta nueva etapa, la vida universitaria. Y entonces de entre la timidez alguien pregunta "¿Vas a la presentación?" "¿Eres de primero?" y es como si el cielo se abriera a tus pies, porque comprendes (aunque ya lo sabías de antes) que todos se sienten igual que tú, solos. Te sientas en el aula magna con dos personas que serán tus primeros compañeros y es cuando decides si serán eso, sólo compañeros o personas con las que te apetece hablar, no estudiar únicamente. Al día siguiente, llegas a la primera clase, pronto, porque no quieres quedarte sin sitio y buscas dónde sentarte. Algunos, parecen desinteresados en las relaciones sociales pero la mayoría observa cuál es la mejor compañía con la que afrontar la primera clase. Pero ese no es el paso más importante, el momento clave es la hora del descanso, porque probablemente las personas con las que salgas serán las que tienen más posibilidades de ser esa gente con la que te apetece hablar y no estudiar únicamente. Te levantas a las 6, ó a las 5, y te quejas con esos compañeros, pero no importa, porque tienes ganas, tenías ganas del cambio. Te mandan el primer trabajo y no sabes por dónde cogerlo, pero qué más dará, porque es divertido, diferente a la cantidad de letras que tenías que tragar en 2º de Bachillerato. Y la gente… Se respira otro ambiente entre esa gente, porque no olvides que todos empezaron ese primer lunes igual que tú, SOLOS
Así que ya veis, no es malo estar solos, porque cada nueva etapa debemos afrontarla por nosotros mismos. La ayuda ya la encontrarás por el camino.