miércoles, 5 de octubre de 2011

Como el primer día

¿Sabéis esa sensación de cuando eres pequeño? ¿Esa en la que se te encoge el estómago por ser el primer día de colegio? Así me sentí yo cuando llegué a aquél sitio. Con la diferencia de que ya no soy una niña. Cuando eres mayor, todo se complica. No es tan fácil hacer amigos, ni entablar relaciones. Llegas allí, y todo está lleno de gente, de personas como tú que seguramente no se conocen entre sí. Todos con el mismo miedo al rechazo, todos con el mismo miedo a esta nueva etapa, la vida universitaria. Y entonces de entre la timidez alguien pregunta "¿Vas a la presentación?" "¿Eres de primero?" y es como si el cielo se abriera a tus pies, porque comprendes (aunque ya lo sabías de antes) que todos se sienten igual que tú, solos. Te sientas en el aula magna con dos personas que serán tus primeros compañeros y es cuando decides si serán eso, sólo compañeros o personas con las que te apetece hablar, no estudiar únicamente. Al día siguiente, llegas a la primera clase, pronto, porque no quieres quedarte sin sitio y buscas dónde sentarte. Algunos, parecen desinteresados en las relaciones sociales pero la mayoría observa cuál es la mejor compañía con la que afrontar la primera clase. Pero ese no es el paso más importante, el momento clave es la hora del descanso, porque probablemente las personas con las que salgas serán las que tienen más posibilidades de ser esa gente con la que te apetece hablar y no estudiar únicamente. Te levantas a las 6, ó a las 5, y te quejas con esos compañeros, pero no importa, porque tienes ganas, tenías ganas del cambio. Te mandan el primer trabajo y no sabes por dónde cogerlo, pero qué más dará, porque es divertido, diferente a la cantidad de letras que tenías que tragar en 2º de Bachillerato. Y la gente… Se respira otro ambiente entre esa gente, porque no olvides que todos empezaron ese primer lunes igual que tú, SOLOS
Así que ya veis, no es malo estar solos, porque cada nueva etapa debemos afrontarla por nosotros mismos. La ayuda ya la encontrarás por el camino. 

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